Paciencia, Resiliencia, Flexibilidad

Deseo que estés disfrutando una increíble mañana, tarde o noche, dependiendo del lugar del mundo en el que te encuentres.

Yo en este momento me encuentro con un pie en cada hemisferio y es que hace unos días regresé de viajar por Portugal y aunque me queda claro que mis pies ya están parados en México, mi mente y mi cuerpo aún siguen funcionando en horario europeo, lo cual me encanta porque puedo despertarme muy tempranito, sin sueño y alerta, sintiéndome como si ya fuera una hora decente para comenzar el día.

Este viaje estuvo impreso en mi tablero de visión desde diciembre de 2023: lo soñé, lo planifiqué, lo visualicé y lo compré con mucha anticipación… sin saber que el año me tenía muchas sorpresas guardadas y que no todas serían buenas, especialmente durante estos últimos meses del año.

Y no te preocupes que no voy a hablarte de mí todo el post, pero tengo que darte algunos detalles para poder encontrar juntas las lecciones que la vida nos tiene preparadas, y que debemos buscar bien para poder encontrarlas, pero sobre todo, para entenderlas.

Noviembre significa para mí que ha llegado el momento de hacer un alto para evaluar el año actual y después comenzar a soñar, planificar y visualizar (sí, así como el viaje a Portugal) cómo quiero que sea el próximo año.

Aún estoy en la primera etapa, la de hacer un recuento y puedo decirte querida amiga, que 2024 ha sido para mí un año desafiante y difícil, que me ha exigido sacar -de no sé dónde- la paciencia, resiliencia y flexibilidad para poder navegarlo sin hundirme.

¡No me estoy quejando! Por el contrario, estoy sumamente agradecida porque también ha sido un año lleno de logros, alegrías, momentos felices y, sobre todo, aprendizajes.

Y ahora me doy cuenta y me agradezco porque haber soñado y planificado en diciembre 2023, mi 2024, me ha permitido mantenerme en el carril por el que quiero avanzar, haciendo pausas a un lado del camino, pero sin desviarme o parar por completo.

Mientras hago el recuento de mi año, voy tomando nota también de lo que considero que me ha dejado cada experiencia, cada suceso (bueno o malo), cada momento increíble, cada logro mío o de alguna de mis alumnas.

Aún estoy en el proceso de evaluar 2024 y me encantará compartir contigo lo que voy aprendiendo y escuchar también cuáles son tus conclusiones de lo sucedido este año. Pero puedo adelantarte un par de lecciones que me han sacudido y que han cambiado la forma en que veo las cosas.

Uno, la vida como la conocemos hoy puede dar un giro de 180 grados en un instante. Puede ser algo tan cotidiano como una llamada telefónica o un suceso mundial como el que pasamos en 2020.

Sé que lo sabes y sé que se supone que lo sabemos todos, pero es muy sencillo que este hecho acerca de cómo es la vida, se diluya fácilmente en el día a día y solo lo recordemos de nuevo cuando recibimos esa llamada o esa noticia que lo cambia todo.

¿Cuál es el aprendizaje aquí si ya sabía que los cambios son la única constante en la vida? Sencillo: no quiero volver a olvidar ese hecho y quiero tener presente cada día, cada momento, que lo único seguro que hay es el momento mismo.

Dos, soñar cómo quiero que sea mi vida y trazar un plan concreto y específico para lograrlo, es lo que me ha ayudado a mantenerme paciente, resiliente y flexible. Porque a pesar de los cambios y eventos que fueron surgiendo durante el año, tener una estructura y un plan a seguir, me permitió poner pausa, sabiendo que -tan pronto fuera posible- retomaría mi camino y mis planes.

¿Has escuchado el término “locus de control”? En caso de que no, te lo explico rápidamente: es la idea que tenemos sobre la medida en que podemos controlar lo que nos pasa en la vida. Existe el externo -donde todo sucede a merced del destino- y el interno, que es el que me interesa compartirte.

El locus de control interno: “influye en la respuesta de las personas ante los eventos de la vida y en su motivación para tomar acción. Por ejemplo, si una persona cree que tiene el control sobre su destino, es más probable que cambie su situación cuando sea necesario”. (Google 2024)

Estas dos lecciones son algo contradictorias: ¿para qué planificar y buscar estructura si en cualquier momento la vida puede deshacer mis planes como si fueran un castillo de arena frente a una ola?

¡Sencillo! Porque saber que tenemos el control de planear nuestra vida y tomar acción mientras las situaciones que se presenten no nos lo impidan, nos ayuda a doblarnos, más no a rompernos, ante situaciones inesperadas o difíciles.

Y esa es mi segunda lección: quiero seguir soñando en grande y actuando para que esos sueños se vuelvan realidad, pero quiero hacerlo desde la humildad, sabiendo que solo tengo control hasta cierto punto, pero sin sentirme abrumada, preocupada o asustada por ello.

Creo que este tema da para mucho, pero me encantaría dejar de ser yo la que hable para escucharte (o leerte) a ti.

¿Cómo te sientes al respecto de este año? ¿Ha sido desafiante o se ha desarrollado de forma amigable? ¿Trabajaste para cumplir lo que te propusiste en 2023 o no te pusiste objetivos claros que te permitieran tener un camino de acción?

¿Dónde está tu locus de control: en lo interno o en lo externo? ¿Estás tomando responsabilidad sobre tu éxito o más bien estás dejando a la suerte o culpando a otros (personas o circunstancias) por no poder lograr lo que deseas?

Cuéntame tu respuesta a alguna de estas preguntas o a cualquier otro tema relacionado que haya surgido en tu mente mientras me lees. ¡Me encantará saber lo que piensas y sientes! Puedes escribirme a hey@claudiaavila.com o enviarme un mensaje directo en Instagram, encuentras el enlace directo al final de esta página.

¡Nos leemos pronto!

Con cariño,

Claudia

P.D. Te dejé en Insta un carrusel con las fotos más lindas de mi viaje a Portugal, que fue una hermosa pausa en la que me di licencia al 100% de disfrutar de un sueño hecho realidad, momento tras momento. Puedes verlas aquí: https://www.instagram.com/p/DCM6zTFybVJ/