CLAUDIA AVILA

Negocios Digitales para Emprendedoras de 40 y más


[Serie Abril-Mayo] La Decisión Que Cambió Mi Forma De Trabajar (Y Vivir)

[1 de 4] La Decisión Que Cambió Mi Forma De Trabajar (Y Vivir)

Domingo 27 de abril 2025

Te escribo desde un pequeño café en Kanab, Utah, con vistas a las increíbles montañas rojas de la zona.

Esta mañana desperté temprano para contemplar cómo los primeros rayos del sol teñían de naranja los icónicos arcos de piedra roja, y ahora, con mi laptop y un café, estoy lista para mi jornada laboral.

Sí, laboral. Porque aunque esto parezca unas vacaciones (¡y en parte lo es!), la verdad es que estoy trabajando parte del día mientras recorro algunos de los parques nacionales más impresionantes de Estados Unidos.

Pero déjame retroceder un poco en el tiempo y contarte cómo llegué aquí...

En 2011, mi vida dio un giro inesperado cuando me casé y me mudé a un país diferente al mío. Lo que parecía una aventura romántica pronto se convirtió en un desafío personal y profesional. Mi carrera, que había construido con tanto esfuerzo, quedó en pausa mientras navegaba las complejidades de adaptarme a vivir en un nuevo lugar.

Lo más difícil era la distancia de mi familia y amigos. Cada vez que necesitaba viajar a mi país por alguna celebración familiar o emergencia, me enfrentaba a la misma barrera: mi trabajo tradicional no me daba la flexibilidad que necesitaba. Las vacaciones eran limitadas, los permisos especiales escasos, y la culpa por ausentarme, constante.

Después de varios años de sentirme con el corazón partido en dos piezas -una viviendo en cada país-, me hice una promesa: encontraría una forma de vivir en mis términos, de crear un estilo de vida que me permitiera estar presente para lo que realmente importa.

Aún no lo sabía pero, justo en ese momento, había comenzado mi viaje hacia construir un negocio digital.

Lo que descubrí en el camino fue revelador: la libertad geográfica era solo la punta del iceberg. Un negocio digital no solo me permitiría viajar entre dos países cuando lo necesitara, sino que me abriría un mundo de posibilidades que nunca había imaginado.

Como ahora, mientras cambio de ciudad cada dos días, explorando parques nacionales en Nevada, Idaho y Utah, aprendiendo a gestionar mi negocio en movimiento. Cada mañana me despierto en un lugar diferente, pero mi trabajo, mis clientes y mis ingresos permanecen constantes.

{first_name}, quiero aclarar algo importante: no necesitas soñar con convertirte en nómada digital a tiempo completo para beneficiarte de un negocio online. Las ventajas van mucho más allá:

• Diversificación de ingresos: Puedes comenzar tu negocio digital mientras mantienes tu trabajo actual, creando una fuente de ingresos paralela que te brinde seguridad financiera.

• Flexibilidad para emergencias: Cuando surgen situaciones familiares inesperadas, puedes estar presente sin descuidar tu negocio o perder ingresos.

• Libertad para diseñar tu día: Trabajar cuando eres más productiva, descansar cuando lo necesitas, y organizar tu tiempo según tus prioridades personales.

• Eliminar el tiempo de desplazamiento: Recuperar esas horas diarias de traslado para invertirlas en tu bienestar o en pasar tiempo con quienes amas.

En mi caso, esta búsqueda comenzó por necesidad —quería poder moverme entre dos países sin sacrificar mi carrera— pero ha evolucionado en algo mucho más significativo: la libertad de diseñar mi vida en mis propios términos.

Mientras escribo estas líneas desde este café en Utah, con la próxima parada de mi viaje ya planificada para mañana, me doy cuenta de que el mayor regalo no es poder trabajar desde cualquier lugar del mundo, sino tener la opción de elegir dónde, cuándo y cómo trabajo.

En los próximos correos, te compartiré más detalles sobre cómo gestiono mi negocio mientras viajo (incluyendo los desafíos reales que enfrentarás si decides seguir este camino), mis rutinas diarias para mantener la productividad en movimiento, y las lecciones más valiosas que he aprendido cambiando de escenario constantemente.

Por ahora, me encantaría conocerte un poco mejor: ¿qué aspecto de tu trabajo actual te gustaría flexibilizar? ¿Es el horario, la ubicación, o quizás la posibilidad de diversificar tus ingresos? Me encantaría saber más de ti y de tus sueños profesionales, búscame en Instagram y cuéntamelos.

Con cariño desde la carretera, Claudia

P.D. Mientras termino este correo, puedo ver a través de la ventana cómo cambia la luz sobre las formaciones rocosas. Es un recordatorio constante de que el cambio no solo es inevitable, sino que puede ser hermoso cuando lo abrazamos.


[2 de 4] Entre Viajes y Hospital: Encontrando Anclas En Medio De La Tormenta ⛅️

Domingo 4 de mayo 2025

¡Hola Amiga!

Te escribo desde un escenario muy diferente al que te compartí en mi post anterior. El silencio del desierto y las vistas panorámicas de los cañones han sido reemplazados por el pitido rítmico de monitores y conversaciones en voz baja. Estoy sentada junto a la cama de hospital de mi padre, con mi laptop sobre las rodillas, mientras él descansa después de una cirugía oncológica.

La vida tiene una forma peculiar de recordarnos qué es realmente importante, ¿verdad?

Hace apenas una semana estaba contemplando el amanecer en Bryce Canyon, maravillándome ante esas formaciones rocosas que han resistido el paso del tiempo. Hoy, observo a mi padre dormir y me maravillo ante una forma diferente de resistencia.

Justo a tiempo, finalicé mi recorrido por los parques nacionales y volé directamente hacia aquí, a este hospital. En diez días, si todo va según lo previsto, estaré abordando un avión hacia Portugal para comenzar la siguiente etapa de mi aventura nómada.

Entre estos dos viajes, hay un paréntesis de realidad que me ha hecho reflexionar profundamente sobre lo que significa realmente tener un negocio digital y la libertad que ello conlleva.

Esta mañana, mientras acomodaba la almohada de mi padre y le ayudaba a tomar un poco de agua, me sentí inmensamente agradecida. No por la situación —nadie desearía ver a un ser querido pasar por esto— sino por la libertad de poder estar aquí, a su lado, sin la angustia adicional de permisos laborales negados o la presión de regresar a una oficina.

Ese pequeño momento, representa exactamente por qué decidí crear mi negocio digital: para tener la libertad de estar presente cuando realmente importa.

Sin embargo, sería ingenuo pretender que todo sigue funcionando perfectamente cuando enfrentamos situaciones como esta. La realidad es que estas crisis tienen el poder de "inundar" completamente nuestros planes, arrastrando consigo rutinas cuidadosamente construidas, fechas límite y proyectos en desarrollo.

Es como si de repente el agua subiera y todo lo que habíamos organizado meticulosamente comenzara a flotar, mezclarse y alejarse de nuestra vista. Los emails se acumulan, las reuniones se reprograman (o se realizan en salas de espera de hospitales), y ese proyecto que estaba casi terminado parece ahora muy lejano.

Durante los primeros días aquí, me descubrí revisando emails a las 3 AM, intentando mantener todo a flote mientras mi padre dormía. Fue entonces cuando recordé la lección más importante que he aprendido en estos meses…

Lo que marca la diferencia entre dejarse llevar por la corriente o mantener cierto rumbo en estos momentos son lo que yo llamo "anclas": esas pequeñas rutinas, hábitos o prácticas que nos mantienen conectados con nuestro propósito y nuestra identidad, incluso cuando todo lo demás parece caótico.

Mis anclas actuales son simples pero poderosas:

• Escribir unos minutos sobre nada en especial, buscando procesar mis pensamientos y emociones.

• Soñar a ratos y hacer planes que, aunque hoy se vean lejanos, me ayudan a mantenerme emocionada y tomando acción.

• Buscar refugio en mi persona favorita, mi esposo, y tener largas conversaciones que, entre más profundas y sinceras, mejor me hacen sentir.

Estas anclas me permiten seguir siendo yo, seguir avanzando (aunque sea más lentamente) y no perder de vista mi norte, incluso cuando las circunstancias me empujan en otra dirección.

Cuando este proceso de cáncer de mi padre comenzó, hace ya 8 meses, mi respuesta inicial fue radicalmente diferente. Intenté mantener absolutamente todo en mi vida exactamente igual: mismas horas de trabajo, mismas entregas, mismos plazos, como si nada estuviera sucediendo.

El resultado fue previsible pero devastador: agotamiento total.

Esa experiencia me enseñó algo invaluable: la perfección es el enemigo del bienestar. Ahora, en esta segunda ronda de tratamiento, he aprendido a:

• Comunicar abiertamente con mis clientes sobre mi situación (la mayoría ha sido increíblemente comprensiva),

• Reducir mi carga de trabajo a lo esencial,

• Pedir ayuda cuando la necesito, incluso si eso significa subcontratar algunas tareas temporalmente,

• Celebrar las pequeñas victorias, como enviar este email desde la habitación del hospital.

Te aseguro que no estoy tratando de romantizar una situación difícil ni pretender que todo es perfecto. Algunos días son increíblemente duros. Hay momentos en que me siento abrumada, exhausta o simplemente triste. Y eso está bien. Parte de crear una vida con propósito es aceptar toda la gama de experiencias humanas, no solo las partes brillantes que compartimos en redes sociales.

Lo que sí puedo decirte es que esta experiencia está moldeando profundamente mi visión del nomadismo digital y del emprendimiento en general. No se trata solo de libertad para viajar y ver lugares hermosos; se trata de libertad para estar presente en los momentos que realmente importan, sean estos maravillosos o desafiantes.

Te dejo una invitación a reflexionar, ya sea contigo misma o conmigo si te sientes cómoda compartiendo:

• ¿Cuáles son tus anclas cuando la vida se vuelve turbulenta?

• ¿Has tenido que equilibrar compromisos profesionales y personales difíciles? ¿Cómo lo manejaste?

• ¿Qué has tenido que soltar para mantener tu bienestar en tiempos desafiantes?

Gracias por permitirme compartir esta parte más vulnerable de mi viaje. Continuaré con la serie de emails sobre mi experiencia nómada como te prometí, pero sentí que era importante mostrarte también esta faceta de la realidad. Después de todo, la verdadera libertad no es solo poder trabajar desde una playa en Portugal (que es donde estaré en mi próximo email), sino poder adaptarte a lo que la vida te presenta, sin perder de vista tus sueños.

Un abrazo, Claudia

P.D.: He descubierto que tanto la incertidumbre como la vulnerabilidad son partes inevitables de las situaciones más importantes que nos toca vivir, tanto en lo personal como en nuestro negocio.

Las experiencias difíciles nos transforman en mejores emprendedoras y, más importante aún, en seres humanos más compasivos y resilientes. Y quizás esa transformación es la verdadera riqueza que buscamos, mucho más valiosa que la libertad geográfica o financiera.

P.D.2: ¡Me encanta compartir y conversar contigo, pero no me olvido de que mi misión es ayudarte a crear un negocio digital exitoso! Así que espera pronto un post con novedades y estrategias para impulsar el avance de tu emprendimiento. ¡Hasta muy pronto!

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